lunes, 1 de noviembre de 2010

CANCIÓN DEL SOLDADO:

Hace tiempo, cuando di por primera vez el tema de la guerra civil en secundaria, mi profesor de historia nos enseñó una canción que se solían cantar en los campamentos de verano y los grupos de scouts. Se trata de una canción popular, pero que a mí me llegó, pues el contenido me pareció muy profundo.

~ Caminando por el campo,
en el suelo vi que había
una carta ensangrentada
de cuarenta años hacía.

Era de un paracaidista
de la octava compañía,
que a su madre le escribía
y la carta así decía:

"Madre anoche en las trincheras
bajo el fuego de metralla,
vi el enemigo correr,
la noche estaba cerrada.

Apunté con mi fusil
al tiempo que disparaba,
y una luz iluminó
el rostro que yo mataba.

Clavó su mirada en mí,
con los ojos ya vacíos.
Madre, ¿sabe quien maté?
No era un soldado enemigo,

Era mi amigo José,
compañero de la escuela,
con quien tanto yo jugué
a soldados y trincheras.

Ahora el juego era verdad
y a mi amigo ya lo entierran.
Madre yo quiero morir,
ya estoy harto de esta guerra.

Y si te vuelvo a escribir
tal vez sea desde el cielo,
donde encontraré a José
y jugaremos de nuevo".

Dos claveles en el agua
no se pueden marchitar,
dos amigos que se quieren,
no se pueden separar.

No deja de ser una mera canción infantil, pero creo que refleja la realidad de aquel conflicto en el que seleccionaban a personas de una misma familia o pueblo para luchar en bandos contrarios, lo que nos lleva a la conclusión de la cantidad de gente inocente que ha llegado a matar o morir por motivos políticos en los que, seguramente, no estaban involucrados.

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