domingo, 19 de diciembre de 2010

Entrevista de Francisco Lucientes a Ramón del Valle Inclán

He encontrado en una páginaweb una entrevista muy interesante a Valle Inclán, del 20 de noviembre de 1931, donde se presenta sus opiniones políticas sobre la república.

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FUTURO POLITICO


Don Ramón se monda el pecho de una tos de noviembre, y dogmatiza sobre la piel de toro:

-Se dibuja en el horizonte nacional la crisis inherente al momento en que funcione la Constitución.

(Hasta aquí su palabra es suave. Y de pronto, D. Ramón, apocalíptico, retumba):

-Y es absurdo, ridículamente absurdo, que alguien haya pensado en una solución socialista. Pero «ezo», ¿qué «ez»? Y en ese círculo vicioso y absurdo, es más absurdo aún que se piense en un gobierno de Largo Caballero. ¡Sería el colmo! Aparte las virtudes que adornen a Largo Caballero, no es posible olvidar que Largo Caballero actúa y actuará -ello es indivisible en su persona- como secretario de la U.G.T. Se da a los Sindicatos Unicos una política de excepción, cuando lo oportuno, al bien de la República, fuera todo lo contrario.

Como decía en los tiempo de Carlos V, «interin» no se logre esto, en España no habrá sosiego.

¡Los socialistas!... Conviene advertir que el partido socialista se llama Partido Socialista Obrero. ¡No hay que olvidarlo! Y no hay que olvidarlo porque el tal partido representa una casta, una casta lo mismo de odiosa que la casta eclesiástica o la militar.

No me explico, no me explico, la verdad, cómo EL SOL ha publicado una información donde, si no defendía, se señalaba sin repulsa un Gabinete Largo Caballero.

¡Están ustedes locos! Si «ezo», «ezo es» lo que hay que evitar precisamente... ¡Sería una afrenta!

Don Ramón se recrea en la pausa y sigue:

-Lo que más me indigna es esa pobre gente que se vanagloría del título de obrero intelectual. No comprendo... ¿Qué eso? Ahora ruedan por ahí tres tópicos horribles: el feminismo, el obrerismo y el americanismo. A mí me subleva la sangre cuando oigo lo de «obrero intelectual». ¡Qué cosas! El intelectual no puede ser obrero. A no ser que sea un faquín a sueldo de un periódico o de una editora. El intelectual crea. El obrero sirve a la creación de otro. Son tan dispares los conceptos de creación y de ejecución, que no hay que unirlos. ¡Pero si la Santísima Trinidad explica esto claramente!

Dios, el Padre Eterno, no es un obrero. Hace el mundo en seis días sin atenerse a la jornada legal de ocho horas. Es decir, crea. Y crea una obra como el mundo, que aunque le parezca mal a Largo Caballero, no es el del todo una birria. Dios, es por tanto un patrono, no un obrero. Y si a lo sumo se puede decir que Dios es un obrero, hay que reconocer que es un obrero, que a los seis días se va del trabajo, se cansa, se convierte en un rentista. Del Hijo tampoco se puede decir que fuera obrero, ya que abandonó el trabajo manual a tiempo, la garlopa de José. Y en cuanto a que es Supremo en el concepto de la Santísima Trinidad, el Espíritu Santo... ¿qué le voy a decir? La paloma extática, para mantener su sello mítico, no ha volado nunca.

-Y ese momento, D. Ramón ¿lo ve turbio o claro?

-Hay indudablemente, una crisis del régimen parlamentario. Reconozco que quien va a las Cortes no siente ante el espectáculo un gran afecto; pero, ¿se puede decir que los anteriores superaban a los actuales? No. Difícilmente, ni ayer, ni hoy, ni mañana, se reunirá una Cámara con menos vicios y más dones del Espíritu Santo que la de ahora. ¡Ya sé yo que no es un delicado paisaje! De la crisis del régimen parlamentario yo puedo hablar mucho porque tal como veo el Parlamento, sí que entra en la afición de toda mi vida: en la literatura.

Hay varios géneros literarios en ruina: la epopeya y la elocuencia. La política española fue siempre elocuencia o no fue nada. ¡Claro que no fue nada! Y yo digo: Sin Homero no puede existir Demóstenes; sin Virgilio, tampoco Cicerón.

Con el régimen parlamentario ha ocurrido siempre en España una cosa divertida. Mientras unos lo superaban, otros no habían llegado. En España indiscutiblemente, este régimen es un postizo. Y de esto de los postizos sí podría hablarle. Recuerdo ahora, dice D. Ramón nostálgicamente, algo que ocurrió en los días postreros de los Reyes Católicos o en los iniciales de Carlos V. Se produjeron al español dos obras de excelente adoctrinamiento espiritual, cuyas lecturas en muchos países hicieron santos, y donde no santos, varones sumamente perfectos: La divina Caligo, de Taulero, y Los ejercicios espirituales del Maestro, de Ekar. Y bien... Estas obras en España sólo engendraron degeneraciones, pecados oscuros del sexo. De ellas surgió un nuevo contagio: el de los «alumbrados».

La Inquisición se alarmó mucho; pero como los tales libros llevaban el «imprimatur» de Roma y la licencia de arzobispos numerosos, no se podían prohibir. Y la Inquisición para suprimir su lectura, recogió uno a uno los ejemplares y los quemó, simplemente, por la consecuencia de la doctrina, como dicen los autos del Santo Oficio.

Algo de esto pasa hoy con los amasadores de la Constitución en sus afanes de copiar leyes extrañas.
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Fuente: http://www.segundarepublica.com

Valle-Inclán en la República


Últimamente, en clase de literatura estamos leyendo una de las obras más importantes de Valle-Inclán, Luces de Bohemia, en esta obra, publicada en 1920 y revisada y reeditada en 1924, se ve una fuerte crítica social hacia la sociedad de la España de principios del siglo XX.
Ramón María del Valle-Inclán(1866-1936), es un dramaturgo, poeta y novelista español. Formó parte de la corriente literaria denominada modernismo y se encuentra próximo, en sus últimas obras, a la denominada Generación del 98, se lo considera uno de los autores clave de la literatura española del sigloXX.
Este gran intelectual también ha experimentado la época republicana. La situación social y política hace que abandone sus quehaceres artísticos y que apoye a la república española, e incluso se presenta a diputado por la Coruña en las listas del Partido Radical aunque no sale elegido. Se encuentra en los sesenta años de edad. En 1932, el gobierno de la República lo nombra conservador del Patrimonio Artístico Nacional y director del Museo de Aranjuez, pero, por desavenencias con su superior, dimite al poco tiempo. Elegido presidente del Ateneo de Madrid, dimite también al no atenderse sus propuestas de reorganización. Ese mismo año se divorcia de su esposa, la actriz Josefina Blanco con la que llevaba varios años casado. Prosiguen los pleitos para saber quién se queda con la custodia de los hijos. La miseria que lo embarga y lo hace pensar en ciertas ocasiones en regresar a América.

A iniciativa suya, en 1933 se reúne en el Ateneo de Madrid el Primer Congreso de la Asociación de Escritores y Artistas Revolucionarios. Co-fundador el 11 de febrero de 1933 de la Asociocaión de Amigos de la Unión Soviética, creada en unos tiempos en que la derecha sostenía un tono condenatorio en relación a los relatos sobre las conquistas y los problemas del socialismo en la URSS. El 8 de marzo de 1933 es nombrado director de la Escuela de Bellas Artes de Roma por iniciativa de su amigo el pintor Ignacio Zuloaga viaja a Italia. Ramón regresa de nuevo por sentirse enfermo. Se mantendrá en el cargo poco más de un año, en medio de una pintoresca falta de los más elementales medios de subsistencia, hasta junio de 1934. El 16 de noviembre asiste a la representación de su obra teatral Divinas palabras en el Teatro Español. Regresa a Italia y su vida transcurre sin problema alguno hasta sentir como su salud se vuelve a debilitar de nuevo. A comienzos de 1935 se lo vuelve a ver paseando por las calles de Madrid decaído, pero con buen humor y hablando de su proyecto romano. En marzo de 1935 se retiró a Santiago de Compostela, ingresando en la clínica de su amigo doctor Villar Iglesias. De vez en cuando se escapa del sanitario y pasea por la ciudad con grupos de jóvenes sentado en el Café del Derby, en la mayoría galleguistas. La situación nacional continúa agravándose, el periódico Ahora de Madrid publica el 2 de octubre de 1935 el que será su último artículo: «Mi rebelión en Barcelona (Nota literaria)» sobre el mismo título de Manuel Azaña.

A iniciativa de Victoriano Grcía Martí, se abre en Galicia una subscripción pública para regalar a Ramón un Pazo en octubre a sus sesenta y nueve años. La idea de tal regalo llega tarde ya que el 5 de enero del año 1936, víspera de Reyes, tras negarse a recibir auxilio religioso Valle Inclán muere. El parte a la prensa dice que murió: a consecuencia de un coma rápido, después de una grave enfermedad de vejiga urinaria complicada con carácter de malignidad. Fue sepultado al día siguiente, en una ceremonia civil y en humilde féretro sin esquelas. Sus restos se depositaron en el cementerio civil de Boisaca. Tal y como dispuso días antes de su muerte, en el que precisó que: "No quiero a mi lado ni cura discreto, ni fraile humilde, ni jesuita sabiondo". El escultor Francisco Asorey hizo una mascarilla con la faz de Ramón. Empezaron a partir de ese instante una inumerable cantidad de eventos póstumos.

Memoria de grupo de la semana del 13/12 al 19/12

Esta semana, nuestra investigación acerca de la segunda república sigue marchando. Aquí he resumido el trabajo que cada una de nosotras hemos llevado a cabo durante esta semana.
Marta Correa ha explorado esta semana sobre el proyecto cultural de la república. Y nos ha ofrecido muchos datos concretos. Durante los 12 primeros meses, la gaceta se convirtió en un tratado de pedagogía. Todos simpatizaban con formar una escuela laica y gratuita, aunque no bastaba con construir edificio, había que formar de una manera nueva al frofesorado. Manuel Puelles Benítez sostiene que entre 1922 y 1931 se crearon 8,665 plazas de maestros, es decir, un promedio de 962 maestros mientras que durante toda la república se crearon 3,232 plazas de maestros por año. La laicidad de la educación(como se refleja en la constitución de 1931) supuso una oposición con la iglesia española( tal y como se trata en el trabajo correspondiente a Patricia Lozano).
Patricia Lozano sigue investigando sobre la conflictividad social y esta semana ha tratado el tema de la mujer, buscando diferente información sobre la lucha de la mujere para conseguir la igualdad ante el hombre. El artículo 40 de la nueva constitución hacía posible esta igualdad. Ante el tema del voto, las elecciones de 1933 fueron las primeras elecciones donde la mujer participaba. Sin embargo, en el año 1939 todos estos logros que habían conseguido, se acabaron.
Marina Gómez ha leído el libro El clero en madrid durante la segunda república, de José Luis González Gullón. El clero español de la II República tenía una fuerte identidad. Su labor para con Dios era un fuerte elemento de unión. No cambiaron su manera de pensar respecto a jerarquías eclesiásticas cuando los republicanos llegaron al poder. Sin embargo, a la hora de definir lo que era o debía ser un sacerdote, los pensamientos se dividían en dos vertientes, siendo estas la regular y la secular. La primera era más social, mientras que en la segunda se reunían los presbíteros que preferían relacionarse con personas de su misma condición. Respecto a las maneras de ascender dentro del seno de la Iglesia, no había dudas, pero al investigar los trabajos de cada clérigo nos damos cuenta de la disparidad de temas a los que se dedicaba cada religioso.La segunda república fue vista por los clérigos como un elemento desestabilizador, y siempre la observaron con recelo, teniendo en cuenta las amenazas anticlericales que pronunciaron anteriormente las personas que ocuparon el gobierno provisional, además, la aconfesionalidad del Estado, promulgada en la constitución vigente de aquellos años, no hizo más que preocupar más a los seglares. A todo esto hay que sumar la quema de conventos producida el 11 de mayo.Los clérigos tuvieron ideas políticas, ya que siempre han sido un sector acostumbrado a influir dentro de las decisiones del Estado, sin embargo, durante la II República, estas opiniones políticas por parte del clero fueron más privadas que públicas. Por tanto, los religiosos no estuvieron afiliados a ningún partido político ni mantuvieron una estrecha relación con algún político de la época.
Marina Díaz ha investigado sobre el programa del Frente Popular (Enero de 1936).Los partidos republicanos Izquierda Republicana, Unión Republicana y el Partido Socialista, en representación del mismo y de la Unión General de Trabajadores; Federación Nacional de Juventudes Socialistas, Partido Comunista, Partido Sindicalista, Partido Obrero de Unificación Marxista, sin perjuicio de dejar a salvo los postulados de sus doctrinas, han llegado a comprometer un plan político común que sirva de fundamento y cartel a la coalición de sus respectivas fuerzas en la inmediata contienda electoral y de norma de gobierno que habrán de desarrollar los partidos republicanos de izquierda, con el apoyo de las fuerzas obreras, en el caso de victoria.
Yo, Chen Chen, aunque sea conservadora, sigo trabajando con la evolución política. Como tres de mis compañeras ha mencionado la constitución de 1931 en sus trabajos, he informado acerca de esta constitución, que fue aprobada en diciembre de 1931. Esta Constitución, de marcado carácter democrático y progresista, contenía una amplia
declaración de derechos y libertades, otorgaba el voto a las mujeres(como lo que ha mencionado Patricia en su trabajo), establecía la
separación Iglesia-Estado(correspondiente con la laicidad de la educación que ha tratado Marta), el matrimonio civil y el divorcio, además de la igualdad de
todos los ciudadanos ante el derecho a la educación y al trabajo. Reconocía la división
de poderes: por un lado, el poder legislativo residía en las Cortes, unicamerales y cuyas
atribuciones estaban por encima de las demás instituciones; el poder ejecutivo recaía en
el Consejo de Ministros y en el Presidente de la República, elegido por el Congreso de
los Diputados y por unos compromisarios, mientras que sus competencias eran
limitadas y estaban bajo el control de la Cámara; el poder judicial se confiaba a jueces
independientes. Se preveía la expropiación forzosa de la propiedad por causa de utilidad
social. En cuanto al Estado, era un Estado integral pero compatible con la autonomía de
municipios y regiones.

He aquí los descubrimientos de nuestro grupo de esta semana, espero que sean útiles para todos. Y, con motivo del acercamiento de la navidad, os deseo una feliz navidad, que os divertáis mucho y que trabajéis mucho. : )

sábado, 11 de diciembre de 2010

"La muerte de un miliciano republicano"



Todo el mundo ha visto alguna vez esta famosa foto tomada por Robert Capa en el año 1936 durante la Guerra Civil Española. Esta foto encierra una historia compleja y controvertida, rozando incluso la leyenda urbana: capta el preciso momento en que una bala alcanza a un miliciano, registrando la imagen más famosa de la Guerra Civil española y la que para muchos es la mejor fotografía de guerra de todos los tiempos. Desde ese momento la controversia sobre la famosa fotografía no paró de crecer y se han publicado numerosos estudios tanto defendiendo como atacando la autenticidad de la imagen. Hay quien tiene dudas sobre si Capa realmente captó la muerte del miliciano, o fue un montaje, triste premonición de lo que sucedería más tarde ese mismo día. La foto se publicó el 23 de septiembre de 1936 en la revista francesa "Vu", convirtiendose desde ese preciso momento en la foto más famosa de los tiempos.


Sobre el fotografiado: en 1996 (sesenta años después de la toma) se descubre su identidad, Federico Borrell García, nacido en Alicante en 1912. Fue un anarquista español que luchó en la Guerra Civil Española en las milicias de la CNT y fue el fundador de la sección local de Jucentudes Libertarias.

Sobre el fotógrafo: su nombre original es Ernö Andrei Friedmann pero él siempre usó el pseudónimo de Robert Capa. Nació en Budapest en 1913 en el seno de una familia acomodada y desde niño se vio involucrado en el mundo de la fotografía. Tras el éxito desbordante de la fotografía referida y la muerte de su novia (Garda Cado) en España, su vida giró en torno a la fotografía de diferentes guerras. Durante la Primera Guerra de Indochina murió tras pisar una mina. Suya es la popular frase: "Si tus fotos no son lo suficientemente buenas es que no te has acercado lo suficiente."

sábado, 4 de diciembre de 2010

TRABAJO EN GRUPO DURANTE LA SEMANA DEL 29/11 al 3/12.

  Esta semana nos hemos dispuesto a buscar más información para nuestro blog y utilidad de la asignatura, pero cada una centrándose e indagando en su tema:

-           Marta Correa se ha involucrado en la carencia de escuelas y de maestros en esta época. Según un informe que encargó Rodolfo Sánchez Llopis a la Inspección, había en España 32.680 escuelas y un déficit de 27.151, lo que quiere decir que un millón de niños se encontraban sin escolarizar. Además los edificios destinados a las escuelas estaban sin acondicionar y la situación de la mujer y la formación de profesorado no eran favorables.
        En 1930 la tasa de analfabetismo en España era del 32%.

 -           Patricia Lozano ha realizado la investigación sobre su trabajo centrándose en un punto muy claro y muy interesante. El tema es sobre la reforma agraria y sobre la situación de los jornaleros durante la segunda republica. La ley de la reforma agraria quería dar protagonismo a los jornaleros, que eran personas que trabajaban las tierras de otras personas por una renta , ofreciéndole asentarse en las tierras. Pero no se llegó a conseguir, debido a que con la implantación de la republica no fue posible y los jornaleros comenzaron a oponerse a ella.
   Esta semana también se ha informado sobre el voto de la mujer pero ese tema lo profundizará más la semana que viene.

-           Chen Chen se ha centrado la implantación el nuevo régimen, al cual le apoyaban los intelectuales, grupos laborales y sindicales. Los sectores periféricos pasaban al autonomismo y de este a la abierta independencia. Se sirvieron de la República y ésta se sirvió de ellos hasta el punto de llegar a enfrentarse a tiros entre ellos.
        Con todo no es exacta la frase de Ortega y Gasset: “Delenda est monarchia”, pues no fue la monarquía la que cayó. Fue “aquella monarquía” que, como decía Miguel Maura, primer ministro de la gobernación del nuevo régimen: “El comité revolucionario recogió el poder del suelo, donde lo dejó tirado la monarquía”. España se acostaba monárquica y se despertaba republicana, en palabras del calamitoso almirante Aznar, último presidente del gobierno de Alfonso XIII.

-           Marina Gómez ha investigado sobre las bases sociales de los nacionalismos durante la II República: el catalán, el gallego y el vasco, dándose cuenta así de la disparidad social que existía entre una clase social y otra en distintos puntos de la geografía española, siendo los burgueses más aceptados en una zona de tradición comercial como cataluña y decididamente despreciados en una zona tradicionalmente pesquera y agrícola como es Galicia.
  Centrándose en el nacionalismo gallego, descubre el rechazo que sentían durante la II República los independentistas gallegos hacia los proletarios y los burgueses. Muchos pensadores, políticos e historiadores neotradicionalistas acusaron al burgués de intentar destruir la añeja armonía natural. Respecto a los proletarios, casi no se les tenía en cuenta, ignorándolos en muchas ocasiones, y cuando salían a relucir era para utilizarlos como armas contra las burgueses, por la explotación a la que estos sometían a los proletarios. Sin embargo, acto seguido se ponía sobre la mesa que los proletarios tenían ventaja sobre los campesinos, exponiendo a aquellos como antagonistas de estos, y envileciéndolos tanto como a su patrón.
Ha encontrado esta información en el libro Los nacionalismos de la España de la II República, de Justo G. Beramendi y Ramón Máis.

  Esto ha sido nuestro trabajo por hoy, aprovecharemos este puente para trabajar y enriquecer nuestro trabajo.

RESUMEN DE LA SEMANA DEL 29/11 al 1/12


  Esta semana hemos empezado con el reinado de Felipe IV, el más duradero de la dinastía de los Austrias (44 años). Proclamado el Grande o el Rey Planeta, porque se decía que iba a ser el más exitoso, sin embargo en esta época acaba la hegemonía de España en Europa, debido a la guerra constante de la Europa protestante y la católica, cediéndola a Luis XIV, rey de la pujante Francia.

  Este reinado también destacó por compartir la responsabilidad de los asuntos de Estado con el Conde-duque de Olivares (1621-1643). En su estancia en el poder se dedicó a reformar la vida pública, fomentar la economía (El Gran Memorial de 1524, Castilla como modelo de poder), mejorar la hacienda e impulsar la formación de un ejército común (La Unión de Armas de 1525), todo para mantener su poder real  en Europa. Sin embargo, la última reforma fracasó ya que la monarquía se encontraba en un conflicto religioso con la Europa Central: La Guerra de los Treinta Años.

  Desde 1618 a 1648, Europa entra en una guerra que marcará épocas posteriores. Todo empieza en Bohemia, donde a cuya nobleza protestante, en su mayoria, le habían impuesto un emperador católico. La rebelión no tardó en producirse. Fernando II, emperador de Bohemia pidió ayuda urgente a España. Fue en 1621 cuando, al ser Felipe IV rechazado por las Provincias Unidas como posible soberano de Bohemia, España responde. Pronto a una guerra que empieza por motivos religiosos se le unen causas políticas. A partir de 1627, Dinamarca y Suecia se suman a los enemigos de España, pero Francia no tarda en ayudarles. El conflicto se extiendo por Lorena, Italia, Provincias Unidas y Centreuropa, donde se produden importantes derrotas como la de Las Dunas (1639) y Rocroi (1643). En 1648, se firma la Paz de Westfalia en la que se reconoce la Independencia de las Provincias Unidas, a excepción del Flandes católico que permanecerá bajo el dominio español hasta 1713. En 1659 se firma la paz de Los Pirineos, donde Felipe IV le cede el Artois y el Rosellón a Francia.

  Pero ahí no acaban los problemas para la Monarquía Hispánica. En 1640 se produce una crisis interna con las revueltas de Cataluña, Portugal, Nápoles y una conjura en Andalucía.
-         En Cataluña, los catalanes rechazan la ayuda a España respecto a la guerra, entendiéndolo como una ruptura de la posición catalana en el conjunto de la Monarquía. Llegaron a proclamarse república y más tarde Principado de Cataluña, cuyo rey sería Luis I (Luis XIV de Francia). El conflicto se anunciaba largo y de difícil resolución.
-         En Portugal, en 1640 se produce una conspiración encabezada por la nobleza portuguesa, en la que proclaman a Juan IV de Braganza como rey. Hasta la década de los 60, Felipe IV no puede atender este frente detenidamente. Se producen las derrotas de Castelo Rodrigo (1664) y Villaviciosa (1665). Es en 1668, cuando Portugal consigue la independencia con el Tratado de Lisboa.
-         En Andalucía, se descubre un plan del duque de Medina Sidonia y Portugal para anexionar algunos territorios. El intento de rebelión se fundamentaba en el descontento de la nobleza y elpueblo y las malas condiciones de vida. Debido a que Andalucía no era un pueblo de tradición política independiente, la conspiración fue deshecha.
  -     En Nápoles, en 1627, comienza una revuelta liderada por Masaniello, contra la subida de impuestos.